EGUNSENTIAK
Los vitrales del amanecer
Instalación artística
“Cuando llegué en abril del 2020 a Altzo, mi pequeño huertecito, silvestre y salvaje, abandonado de hierbajos y florecillas me pareció un auténtico PARAÍSO. Y el poder ver, sentir y disfrutar todas las mañanas desde mi ventana los diferentes amaneceres, un privilegio. El silencio sólo interrumpido por el canto lejano de los gallos y en la atmósfera el brillo del revoloteo de las moscas y abejas me llenan de emoción. La mirada sobre el paisaje tendida y descalza sobre la tierra y todas las gamas de colores que se me presentan modifican mis sentimientos. Entonces me siento tierra, lluvia, viento y sol.”
“Los vitrales del amanecer”, una recreación de mi estudio-caverna-santuario, intentando compartir mis impactos emocionales y suscitar experiencias estéticas y éticas. Una rendición absoluta a un acto cotidiano único como es el amanecer y el anochecer convertidos en una experiencia espiritual y sagrada.
Como el primitivo artista del Paleolítico que desea conseguir su alimento y en definitiva asegurar su supervivencia, me reverencio ante lo sobrenatural y represento una y otra vez con devoción religiosa en mi estudio-caverna las imágenes soñadas, el anhelo de mejorar mi relación conmigo misma, acudo fiel al nacimiento de un nuevo día que espera ser aprovechado y me recreo espiritualmente con esta nueva oportunidad que me invita a vivir la vida.
Pero los crepúsculos participan tanto de la luz como de las tinieblas. No sólo existen emociones bellas y positivas, también puedo sentir mucha tristeza o incluso ira, tal vez una combinación de miedo y felicidad provocada por la veneración del momento. Mi objetivo es pintar todos esos sentimientos, a través de las luces y los colores, pero el alba se parece mucho al ocaso, como el nacimiento y la muerte pertenecen por igual a la vida.
Cielos arrebolados, encendidos de llamas rojas, rosas y moradas, cielos muy oscuros, grises, azules y pardos. Luces y sombras. Y en la tierra, flores que se abren con las primeras luces esperando ser polinizadas y otras todavía cerradas que necesitan protegerse del relente de la noche.
Todo tiene propósito y sentido. Suave equilibrio de la Naturaleza.